sábado, 22 de diciembre de 2012

llora por aquello que nunca entenderás

Solo es un intento de hacer que todo acabe bien. Solo es un intento de que la vida vuelva a la normalidad, de que sea capaz de reconocer a esa chica que yo antes quería. Esforzarse tanto en conseguir algo debe de ser compensado ¿no? porque si no, ¿de que me sirve todo esto?¿para qué tanta sonrisa y tanta mentira?
Mi vida solo ha consistido en recobrar el aliento en esa red de mentiras. Haciendo equilibrismo para no caer, jugando por la cuerda floja para saber quien tenía más poder. No puedes poner a prueba la felicidad. Siempre acabas perdiéndola.
Siempre escogí ser infeliz, porque creí que cuando viniera la felicidad sería más fácil de reconocer. El problema es que ha venido muchas veces en mi busca y he acabado desechándola. Y ahora que la quiero, no soy capaz de encontrarla. Se ha cansado de venir a mí.
No ser capaz de salir de la oscuridad, no ser capaz de ver lo que los demás hacen por ti, de la preocupación que causas en los demás, del amor que no eres capaz de dar, de la vida que estás tirando, de las lágrimas que ya han dejado surcos permanentes en tus mejillas, es peor que morir. Porque todo está ahí. Y con cada lágrima mi mundo se derrumba, con cada lágrima muero un poco más, perdiendo la felicidad que tanto me esforcé en rechazar. Y ya ni siquiera sabes por qué, pero las lágrimas te poseen y te amenazan con salir, sin importar dónde estés. No quieres que te vean débil, que te vean caer. Pero ya estás en el suelo y no eres capaz de levantarte. Y nunca entenderás por qué tuvo que empezar todo esto, porque tú y no otro es el que se siente morir. La vida es así. Y ahí están observándote desde la distancia, recordándote que hasta que tú no mejores, no se irá. Recordándote las causas por las que tus lágrimas afloran ya como algo natural. Y sabes que no se irá. Porque la vida carece de sentido, o al menos la mía lo ha perdido.

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