domingo, 22 de abril de 2012

LECCIONES DE LA VIDA

Hay gente que dice que en clase no se aprende nada sobre la vida. Bueno pues creo que es porque no tienen a mi profesora de Religión. Sé que cosas sobre Dios no aprendo gran cosa. Pero esta profesora me ha enseñado más de una vez un lección sobre la vida. La de ayer me gustaría compartirla.
Hay cuatro tipos de personas.
Hay gente que dice que hay que mantenerse frío en las ideas, que hay que pensarlo todo antes de actuar, para encontrarle la lógica. Así piensan que siempre lo harán todo bien.
También están los que dicen que hay que hacerlo todo siguiendo a tu corazón. No sé si esa gente no se ha dado cuenta aún de que el corazón es solo un órgano que bombea sangre. Para los que no lo sabían está claro que han hecho muchos novillos...¿Cuándo se supone que hay que seguir al corazón?¿Cuándo hace el primer bum o el segundo? Por favor...daros una vuelta y luego regresar con un poco de inteligencia.
Están los que solo quieren seguir a su instinto de deseo. Aquí va un consejo. Así no vais a ser felices.
Y aquí están las cuartas personas. Son las que juntan a esas tres personas y  hacen una persona que piensa, siente y desea. Crean una persona que no es perfecta pero que en conjunto da la felicidad.
No sé en que grupo me encuentro yo, no sé como me ve la gente pero yo me veo como una cuarta persona.
Solo quería darle las gracias a esta profesora por dejarme que le escriba millones de cartas contándole como intento encontrar el sendero de la vida. No es la persona más buena ni la más lista, pero me enseña cosas que hoy en día no se creen necesarias.
No sabe que tengo este blog, ni que escribo sobre ella. Si algún día soy capaz de darle esta dirección, solo quiero que sepa que aunque no se haya dado cuenta, me ha enseñado en estos ocho meses mucho más que otros profesores en tres años.
Gracias por estar ahí.

LO QUE UNA VEZ CREÍ DE TI

No entiendo muchas veces tu forma de sonreir como si de verdad estuvieras bien conmigo cuando tu mirada dice la verdad, que nadie de mi grupo te importa lo más mínimo. Y menos yo. A veces he creído que cuando te llamba mi fiel grumete, que seríamos amigas para siempre, lo seríamos. Nunca te imaginé saltando por la borda  de mi barco, abandonándome como si yo nunca hubiera significado lo más mínimo para ti, como si nunca hubierámos soñado juntas. Sé que se dice que los amigos del colegio no son para siempre, pero yo creía en ti, y por lo que sabía tú también lo hacías en mi. Pero ahora te miro y ya no reconozco a esa persona. Intento mirarte y creer que cuando vienes conmigo no es porque soy tu última opción, sino porque yo aún te importo algo. Había muchas formas de marcharse, siempre las hay. Tú me utilizaste para tu convenio, y cuando hubo alguien que se interesó por ti, me abandonaste con una puñalada trapera. Me dejaste sola. Sabías que yo solo te tenía a ti y que por eso cuando volvieras yo te estaría esperando con mi braco amarrado a tu muelle. Nunca contaste con que yo encontré a personas que estuvieron a mi lado y que acallaron mi dolor. Ahora quieres regresar, siempre has querido hacerlo, aunque sea durante un tiempo y luego te vuelvas a marchar. Tú creías que yo era débil, y lo soy. Pero ahora te miro y ya no tengo ganas de volver contigo, de ser como antes. Podemos llamarnos amigas si quieres. Sabes que yo no te digo nada cuando vienes con nosotras. Pero no puedes mirarme como lo haces, pidiéndome que sea más simpática contigo, que te hable como lo hacía antes. Lo siento mi fiel grumete, pero esta vez no podré perdonarte. Podré decirlo, y sabes que te lo he dicho, pero por primera vez en toda la vida que he dicho "te perdono" a cualquier persona, no lo digo sintiéndolo. Solo lo hago para que si alguna vez eres capaz de decirme que sientes haberme hecho tanto daño, sepas que fui yo la que te perdonó antes de que dijeras nada. Yo también siento que todos los sueños que teníamos de pequeñas sobre las cosas que haríamos con esta edad no se hayan cumplido. Solo te deseo lo mejor en la vida, aunque ya sé que yo no seré alguien que forme parte de ella. Pero sí lo he hecho, y espero que aunque yo ya no sea importante para ti, te lleves un grato recuerdo de cuando lo fui.
Créeme, yo hago esfuerzos para recordar solo a la niña que una vez se subió a mi barco y me prometió que nunca se marcharía. 

sábado, 21 de abril de 2012

ETERNAMENTE YO

No entiendo muchas cosas, no entiendo a la vida ni a la muerte, no entiendo a los sueños que aparecen y que luego no te permiten ser cumplidos. Ni siquiera me comprendo a mi misma. Sé que la gente dice que esto es solo una época, que terminamos encontrándonos, siendo nosotros mismos. Dicen que no tengo estilo,que hay muchas cosas que no sé y que aún soy joven para decidir, aunque colman mi vida de decisiones. Sé que solo soy una simple adolescente, en un mundo muy grande, pero yo sé lo que quiero, aunque no sepa quién sea. Sé que quiero muchas cosas y que el tiempo es escaso. Sé que quiero ser feliz todos los días de mi vida y no tener más tristezas de las necesarias. ¿Necesito saber algo más? Yo creo que no. Sé que algún día de esta vida seré médico, que salvaré vidas.
No sé que ocurre ahora, por qué los adolescentes son así, por qué están tan perdidos. Sé que no son lo que se dice un ejemplo a seguir, pero eso solo es la mayoría. Existe gente que no debería ser introducida en ese concepto tan deprimente. La adolescencia debería ser una época para recordar como algo positivo, no como la época de tu vida en la que más te emborrachaste. Dicen que hay que cometer locuras para ser feliz. No estoy del todo de acuerdo, depende de la locura.
Sé que ahora tengo el futuro en mis manos, que tengo muchos sueños, muchos planes. Sé que soy una chica que vive en una época de poetas muertos, de libros escritos pero no leídos y de palabras pensadas pero no dichas.
No pretendo revolucionar, ser alguien increíble, tan especial como para ser recorada. Solo quiero pasar por el mundo dejando mi huella, y éste es mi principio.