sábado, 5 de mayo de 2012

CARPE DIEM

Quizás la felicidad completa no exista, pero yo sueño en encontrarla. Esta semana me he dado de la cosa más fuerte de toda mi vida: no soy feliz. No es que esté deprimida todo el tiempo o esté llorando constantemente, no. El casoes que no soy tan feliz como yo desearia. Siento que desperdicio cada momento, cada segundo, cada amanecer y cada anochecer. Cuando se trata de mis sueños siempre digo: lo haré mañana; y al día siguiente igual. No me doy cuenta de que el mañana puede ser el final, de que si quiero ser feliz, tengo que ser feliz ya sin esperar al mañana. No disfruto haciendo lo que hago. No quiero dejar mis responsabilidades aparte, pero me parece como si hubiera alguien que controla mi vida. Me rijo por un horario, siempre lo mismo, siempre igual. No, no deseo esto. Voy a dejar de pensar en defraudar a los demás, porque me estoy defraudando a mi misma. Siempre he tenido miedo de dejarme llevar por la situación, de disfrutar, de cambiar. Pero lo necesito. Necesito las tres cosas urgentemente. No quiero conformarme con sonreir un par de veces al día, de reir unos segundos, de soñar unos minutos, de vivir unos días. No. Yo quiero que ese sea mi horario, que mi felicidad vaya por delante de todo eso. Me da igual cambiar demasiado, que nadie me reconozca. Solo quiero disfrutar este hermoso mundo que Dios me ha ofrecido, esta vida que me han regalado. Quiero tener ilusión, regir mi vida por mis propios principios.
¿Todo está perfecto? No, aquí no hay nada perfecto. Pero lo habrá. Solo espero poder encontrarlo y juntarlo con mi vida. Solo espero dejar de pensar en el que pensarán o el qué dirán. Gritar, llorar de alegría, soñar, disfrutar,bilar, cantar, viajar, escribir, cocinar, ver, escuchar, aprender, ilusionarme, conocer.
QUIERO VIVIR.

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