domingo, 30 de septiembre de 2012

No sé si decirlo, no sé si callar, no sé que es esto que siento dentro de mi. No sé si esto se llama amar, pero ahora sé que la vida es soñar. Contigo parece sencillo. Me haces reir, me haces sentir bien, querida, importante para ti. Porque con cada ¿cómo estás?, con cada "mejórate" y con cada te extraño, creo que la tierra es el cielo. Los lunes se me hacen cortos cuando te veo por allí, y los viernes se me hacen largos cuando sé que ese día no serás para mi. Pero aquí estamos, yo como una persona silenciosa, callándome, absteniendome de decir que me pierdo en tus ojos y me enamoro de tu sonrisa. Me da igual si esto poco va a durar, no me importa que tu jamás me querrás. Hacía tiempo que no me sentía tan bien, hacía tiempo que no sonreía  en la soledad. Y en cambio aquí estoy, esperando que lleguen las seis de los fines de semana porque sé que ese es nuestro momento, que tú estás siempre ahí, esperándome paciente para hablar un poco conmigo. Nadie se había tomado tantas molestias conmigo nunca.
Y no voy a dejar de pensar que no sé que es esto que siento dentro de mi, que tú te has convertido en mi mejor amigo, y que esto lo podría malinterpretar.
Pero me consuelo pensando que mañana es lunes, y que a primera allí estarás. Y cuando te tenga enfrente, no podré dudar.
Los latidos del corazón hablarán, y es a ellos a quien se debe escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario